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sábado, 20 de octubre de 2012

LOS TRASPLANTES DE ORGANOS Y LAS DISTINTAS RELIGIONES, SUS OPINIONES.


Las controversias morales relacionadas con la donación de órganos y las opiniones de los líderes religiosos se remontan sólo a la década de los años 50 del siglo XX, aunque alcanzaron su máximo nivel cuando el cirujano Christian Barnard realizó el primer trasplante de corazón en 1967.

Lógicamente los textos sagrados de las principales y más antiguas religiones nunca podían imaginar que la donación de órganos para trasplantes alcanzaran el desarrollo actual. Por ello, son los líderes religiosos en las últimas cuatro décadas los que han interpretado sus sagradas escrituras, reconociendo la mayoría, que la donación y los trasplantes no contravienen en absoluto el espíritu de sus reglas y mandamientos.
  
Adventistas del Séptimo Día:  Fomentan con insistencia la donación y trasplante de órganos.  Los Adventistas del Séptimo Día tienen muchos hospitales de trasplantes y creen que la decisión de donar es personal.

 AME y AME Zion (Episcopal metodista africana):  Presentan la donación de órganos y tejidos como una acción de amor y caridad.  Alientan a todos sus miembros a apoyar la donación como una manera de ayudar a otros.

 Amish:  Consentirían en el trasplante si creen que es por el bienestar del receptor.  John Hostetler, una persona de autoridad en la religión Amish, dice en su libro Sociedad Amish, que  “Los Amish creen que puesto que Dios crea el cuerpo humano, es Dios quien lo cura”.  Sin embargo, nada en la interpretación Amish de la Biblia les prohíbe el uso de servicios médicos y modernos como la cirugía, la hospitalización, la anestesia, las transfusiones de sangre, o la vacunación.

 Asamblea de Dios:  No tiene política oficial sobre la donación de órganos y tejidos.  La decisión de donar es la responsabilidad del individuo pero es apoyada por la Iglesia.

 Bautistas:  Creen que la donación y el trasplante de órganos y tejidos son asuntos de conciencia personal.  La denominación protestante más grande del país, la Convención Bautista Sureña, adoptó una resolución en 1988 que anima a los doctores a solicitar  donaciones de órganos en circunstancias apropiadas.  Otros grupos bautistas han apoyado la donación de órganos y tejidos como una acción de caridad y animan a que los individuos declaren la decisión de donar.

 Brethren:  No toman una posición oficial sobre la donación de órganos y tejidos.  De acuerdo al  Pastor Mike Smith, hay consenso en la organización nacional que la donación de órganos y tejidos es un acto caritativo en tanto no dificulte la vida o apresure la muerte del donante o venga de un niño no nacido.

Budistas:  Creen que la donación de órganos es un asunto de conciencia individual.  Según los líderes del religión, no hay resolución escrita al efecto.  Los líderes han dicho que honran a personas que donan su cuerpo y órganos al avance de la ciencia médica y para salvar vidas. La donación de órganos es un acto extraordinariamente positivo, ya que emana de un verdadero deseo compasivo para beneficiar a los demás. Así pues, siempre que responda a un deseo sincero del moribundo, no puede perjudicar en modo alguno a la conciencia que se dispone a dejar el cuerpo. Al contrario, este acto final de generosidad acumula buen karma. Un maestro dijo que todo el dolor y sufrimiento que una persona pueda experimentar en el momento de donar sus órganos se convierte en buen karma. Dilgo Khyentse Rimpoché explicó: “si no cabe ninguna duda de que la persona va a morir en pocos instantes, y ha expresado su deseo de donar sus órganos y tiene la mente llena de compasión, es correcto que le sean extraídos incluso antes de que el corazón cese de latir”.
En la realidad, la sociedad japonesa seguidora al tiempo de reglas budistas y shintoistas mantiene que el proceso de la muerte no se completa hasta que se acaban todos los ritos funerarios obligados a los 7 y 49 días del fallecimiento. Estas costumbres mantienen una ambiente social poco propicio a la donación pese a la legislación oficial permisiva en este sentido.

Católicos:  Fue el Papa Pio XII quien primero admitió un criterio más amplio y científico de la muerte. Desde entonces la autoridades de la Iglesia Católica nunca han puesto objeciones teológicas a la definición de la muerte encefálica. Diferentes Pastorales de la Iglesia Católica muestra la donación de órganos como una acción de caridad, amor fraterno, y sacrificio personal.  Los trasplantes son aceptables ética y moralmente por el Vaticano.  De acuerdo con el Padre Leroy Wiechowski, director de la oficina de asuntos de la salud de la Archidiócesis de Chicago, “Fomentamos las donaciones como una acción de caridad.  Es algo bueno que puede resultar de una tragedia y una manera en que las familias pueden encontrar consuelo ayudando a otros”. En palabras del Papa Juan Pablo II cada órgano trasplantado tiene su origen en una disposición de gran valor ético: la decisión de dar sin contrapartidas parte de nuestro cuerpo para la salud y bienestar de otra persona”.

 Christian Scientists:  No tienen posición específica sobre trasplantes o donación de órganos aparte de otros procesos médicos o quirúrgicos.  Miembros de la Iglesia usualmente usan métodos espirituales, no médicos, para curar las enfermedades.  Sin embargo, tienen la libertad de decidir la forma de tratamiento médico que quieran, incluyendo la donación de órganos.  La decisión de donar sus órganos se deja al criterio de cada individuo.

Episcopales:  Animan a todos los cristianos a hacerse donantes de órganos, sangre, y tejidos “…como parte de su ministerio a otros en nombre de Cristo, quien dio su vida para que podamos vivir completamente”.  La Iglesia también pasó una resolución en 1982 que reconoce los beneficios vitales de la donación de órganos, sangre y tejidos.

Evangélicos Independientes y Conservadores:  Generalmente no tienen oposición a la donación de órganos y tejidos.  Cada Iglesia es independiente y cree que la decisión es del individuo. La donación de órganos bien puede considerarse un tema relacionado con las implicaciones de toda una sociedad y, como tal, frente a ella el pastor evangélico se pronuncia positivamente. No tiene entre otros prejuicios religiosos, aquél que les hace pensar a muchos cristianos que la Resurrección de los Muertos debe encontrarles con todos sus órganos en el cuerpo. “¿Acaso no van a resucitar también aquellos que murieron quemados o desmembrados por los peces en el mar?”. La fe de los evangélicos está por encima de consideraciones semejantes y, aunque considera que no hay mejor acto de amor que el que una madre puede hacer por un hijo dándole, si es necesario, un órgano, tampoco cree conveniente hacer demasiadas generalizaciones sobre el tema.   
El pastor de esta Iglesia cristiana defiende, fundamentalmente, la libertad de conciencia, aquella que pide para todos los fieles de las iglesias que existen en el mundo, para enjuiciar las actitudes sociales frente a la donación.

Hindis:  La donación de órganos de fallecidos es muy infrecuente en India. El hinduismo considera el cuerpo fallecido intocable y obligado a ser reducido a cenizas. De acuerdo a las doctrinas tradicionales del karma las acciones en este mundo repercutirán en la reencarnación. Así las donaciones y los trasplantes pueden influir al transmitir karma bueno o malo. En cuanto a los siks monoteístas contrarios al sistema de castas hindú parece que la tendencia se mueve lentamente a aceptar la donación y los trasplantes.

Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo):  Anima a donar de órganos y tejidos, bajo el principio que hemos sido creados para la gloria de Dios y para compartir el amor de Dios.  Una resolución de 1985 adoptada por la asamblea general anima,  a los miembros de la Iglesia Cristiana a inscribirse como donantes de órganos y a apoyar a los que han recibido un trasplante de órganos.

Iglesia Unida de Cristo:  Apoya fuertemente la donación de órganos y tejidos.  Según el Reverendo Jay Lintner, Director de la Oficina de la Iglesia Unida de Cristo en Washington, “Las personas, iglesias, y agencias de la Iglesia Unida de Cristo apoyan fuertemente compartir los órganos.  El Sínodo General nunca ha hablado sobre este asunto porque, en general, el Sínodo habla sobre asuntos más controvertidos, y no hay ninguna controversia en compartir órganos…”

Islam:  La Religión de Islam cree en el principio de salvar las vidas humanas.  La mayoría de las fuentes muslimes pertenecientes a varias escuelas de la ley coránica han permitido trasplantes de órganos como una necesidad de prolongar y salvar la vida humana. Sin embargo, en la realidad es bastante infrecuente la donación fundamentalmente por negativas basadas en factores culturales. Países islámicos como Turquía tienen legislación especifica sobre la muerte encefálica y las donaciones desde fallecidos son relativamente frecuentes, mientras que en otros como Pakistán la donación de fallecidos se considera inaceptable.

Judaísmo:  Enseña que salvar una vida humana es tan importante como mantener la santidad del cuerpo humano.  Rabinos sostienen que si una persona tiene la oportunidad de donar un órgano para salvar una vida, está obligado a hacerlo.  Esto es cierto aunque el donador nunca sepa a quién beneficiará"Todos los actos encaminados a salvar una vida pueden estar permitidos", viene a decir  la ley judía. De acuerdo a ello, una ambulancia podrá circular en sábado, su día de descanso por excelencia, e incluso podrá trabajar un cirujano para llevar a cabo un trasplante urgente, si así lo requiere un caso de fuerza mayor. Aún así, sus religiosos ortodoxos no aceptan el trasplante de órganos, aunque el Hadasa, centro científico de Jerusalén, haya adquirido renombre mundial precisamente especializándose en el trasplante epidérmico y de córnea. Excepto en el hospital religioso de Jerusalén, Shaare Tzedek, donde entre otros el trasplante renal se evita perfeccionando la diálisis e investigando en otras técnicas alternativas, en todos los hospitales de Israel se efectúan trasplantes.

Luteranos:  Creen que la donación contribuye al bienestar de la humanidad.  Una resolución de 1984 de la iglesia luterana dice que la donación puede ser  “…una expresión de amor y sacrificio por un vecino que sufre necesidad”.  La Iglesia pide a los miembros que consideren la donación, que hagan todo lo necesario para con la familia y la ley y que firmen una tarjeta de donante.

Menonitas:  No tienen posición oficial en cuanto a las donaciones o trasplantes de órganos.  Oficiales de la Iglesia establecen que estas decisiones son de los individuos y sus familias.

Metodistas Unidos:  Apoyan la donación de órganos y tejidos.  La Iglesia Metodista Unida publicó un comunicado sobre la donación que dice:  “La Iglesia Metodista Unida reconoce los beneficios vitales de donación de órganos y tejidos, y por tanto anima a todos los Cristianos a hacerse donadores y a firmar y llevar consigo tarjetas o carnés de conducir que acrediten la donación de sus órganos en el momento de morir, para los que los necesiten, como parte de su ministerio para con las demás en nombre de Cristo”.


Mormones (Iglesia de Jesucristo de Santos del Último Día):  La ley religiosa no prohíbe donar sus órganos o recibir trasplantes, según los líderes de la Iglesia.  La decisión es personal y se debe hacer junto con la familia, doctores y en oración. No en vano, el primer implante cardíaco artificial se hizo en un hospital mormón. La Iglesia Mormona tiene un departamento para apoyar los avances médicos en prácticas como la de los trasplantes. A nivel institucional, los mormones ayudan al prójimo a través de organismos como Cáritas; a nivel individual, se hacen o no donantes dependiendo de sus decisiones privadas

Ortodoxos Griegos:  No están en contra de la donación de órganos cuando los órganos y los tejidos se usan para mejorar la vida humana, por ejemplo para trasplante o investigación que lleva a mejorar el tratamiento y medidas de prevención de enfermedades.

Pentecostales:  Apoyan la donación y creen que la decisión de donar debe ser una decisión individual.

Presbiterianos:  Fomentan y apoyan la donación de órganos y tejidos.  La Iglesia también expresa que respeta el derecho de la persona de hacer decisiones con respecto a su propio cuerpo.

Protestantes:  Fomentan y animan a la donación de órganos. La fe respeta la conciencia personal y el derecho del individuo a tomar decisiones sobre su cuerpo.  Las autoridades religiosas de las diferentes denominaciones que componen el protestantismo (anglicanos, luteranos, metodistas y reformistas) declaran que la donación de órganos permite una vida más abundante, reduce el dolor y el sufrimiento y es una expresión de vida en momentos de tragedia.

Shintos:  Consideran que el cuerpo muerto es impuro, peligroso y muy poderoso.  Según E. Namihira en su artículo, concepto Shinto sobre el cuerpo humano muerto, “es difícil obtener consentimiento de familias en duelo para la donación de órganos” Los japoneses las consideran todas con el significado de lastimar el cuerpo muerto.  Las familias a menudo se preocupan porque la relación entre la persona muerta y las deudos se lastimaría.

Testigos de Jehová:  Creen que es un asunto de conciencia individual.  Aunque al grupo muchas veces se le considera en oposición a los trasplantes por su tabú de la transfusión de la sangre, no se opone a la donación o recepción de órganos.  Todos los órganos y tejidos, sin embargo, tienen que estar completamente vacíos de sangre antes del trasplante.  El testigo de Jehová está en condición de donar riñones después de muerto o de recibirlos de un fallecido.



Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga. Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito. Nada debes aceptar, sin previo discernirlo. Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no. ¡Investiga! Cometa Azul Te saluda

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