La mayor parte de las celebraciones correspondientes a los días festivos de nuestros calendarios mezclan la temática religiosa cristiana con las tradiciones paganas, el simbolismo de ciertos acontecimientos, naturales o místicos, con las creencias acumuladas a lo largo de los siglos. Lo mismo ocurre con la Semana Santa. Esta fiesta en que se recuerda el sufrimiento de Cristo, su sacrificio por todos y se celebra su resurrección de entre los muertos, tiene un origen mucho más antiguo que el meramente cristiano.
Hoy, desde estas líneas, intentaré mostrároslo.
HISTORIA E INTRAHISTORIA DE LA SEMANA SANTA
Comencemos por estudiar el origen de la palabra "Pascua" que aparece en la Biblia.Su origen está en el término "Pascha" (Heb. "Pesaj"; Gr. "Pasja"), la fiesta ordenada por Jehová (Lev. 23: 27-44) como Sábado de Expiaciones en recuerdo a la salida de Israel de Egipto.
Todos sabemos que en las regiones nórdicas de Europa, así como en Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua se celebra con varias costumbres como el pintar huevos de diferentes colores, que luego se esconden y que los niños buscan para comérselos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre?
Resulta que el huevo era un símbolo sagrado usado por los babilonios quienes creían en una vieja fábula acerca de un huevo de gran tamaño que se suponía había caído desde el cielo al río Eufrates. De ese maravilloso huevo -de acuerdo con la historia- fue engendrada la diosa Astarté. Por esto el símbolo del huevo llegó a ser asociado con esta diosa (en inglés, Easter). Desde Babilonia el resto de la humanidad se llenó de estas creencias y toda la tierra recibió la influencia de la idea del huevo místico.
También los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe idólatra. Asimismo, la procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo y en los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva. En China se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado, mientras que en el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos sagrados de forma muy brillante. Entre los egipcios, el huevo estaba íntimamente asociado con el sol al que llamaban "el huevo dorado".
El huevo flotando en las aguas que contenían el mundo era la "casa" flotando sobre las aguas del Diluvio con los elementos del nuevo mundo en su base. La Iglesia Romana adoptó este huevo mística de Astarté y lo consagró como un símbolo de la resurrección de Cristo: el cristianismo original sugirió que, al igual que un pollo sale del huevo, Cristo salió de la tumba. De hecho, el papa Paulo V decretó una oración en conexión con el huevo: "Bendice, oh Señor, te pedimos, a esta tu creación de "Huevos", que sean sustentos a tus siervos, comiéndolos en recuerdo de nuestro Señor Jesucristo".
Otra costumbre de la Semana Santa es la celebración del culto "al amanecer". La opinión común es que esto se debe a que Cristo resucitó en la mañana del Domingo de Pascua, al salir el sol. Sin embargo, tal y como consta claramente en los Evangelios, su resurrección no ocurrió al amanecer, ya que "siendo aún oscuro, María Magdalena llegó al sepulcro el primer día de la semana" (Jn. 20: 1). En cambio, sí que existía un tipo de culto pagano al amanecer, conectado con la "Adoración al Sol".
Cierto es que los ritos relacionados con el amanecer -en una u otra forma- eran conocidos, también, en infinidad de naciones. Quienes construyeron la Esfinge en Egipto, lo hicieron para que cuidase del nacimiento del sol al Oriente. Desde el monte Fuji-Yama (Japón) se dan oraciones cara al Oriente y los mitraistas paganos de Roma se reunían al amanecer en honor de su dios solar.
Con relación a que la Semana Santa coincida con el comienzo de la primavera, si nos trasladamos a los escritos bíblicos sobre el profeta Ezequiel, en el capítulo 8 podemos leer cómo Ezequiel vio los ritos al sol explicando que incluso la gente que conocía a Dios, se había mezclado con la religión de Babilonia, lamentando con Ishtar, la "madre", al Tammuz muerto. Todo ello formaba parte del festival de primavera (el renacimiento de la nueva vida, de la vegetación, etc.), representando así la venida de Tammuz desde el fondo de la tierra.
Una vez adoptado el festival pagano de primavera de Ishtar o Easter, se adoptó también la antigua costumbre del "ayuno" que precede al festival de primavera. A este periodo de cuarenta días antes de la Pascua, se le conoce como Cuaresma. En tiempos pasados estos cuarenta días eran observados con llantos, ayuno y maceraciones por Tammuz -a fin de renovar sus favores- para que saliera del centro de la tierra, terminara el invierno y causara el principio de la primavera.
De acuerdo a las antiguas leyendas, Tammuz tenía cuarenta años cuando fue muerto por un cerdo salvaje. Así que cuarenta días -uno por cada año que vivió en la tierra- fueron designados para "llorar por Tammuz". La observación de este periodo en honor de Tammuz no solamente era conocida en Babilonia, sino también por los fenicios, los egipcios o por los aborígenes mexicas (aztecas) en honor al sol, lo que, para mí, es mucho más llamativo.
La adoración de Bel y Astarté fue introducida en Gran Bretaña, por los druidas. Muchos estudiosos han creído que fueron los fenicios los que llevaron esos ritos hasta las Islas Británicas, siglos antes de la Era Cristiana, pero la verdad es que existen rastros inequívocos de su adoración en regiones de Gran Bretaña donde los fenicios nunca penetraron. De Bel, el 1 de Mayo viene la festividad de Beltane que todavía hoy celebramos.
Cuando paganismo y cristianismo se fueron mezclando, poco a poco la Cuaresma pagana fue unida a la Iglesia profesante. Se decía, que era para dar honor a Cristo y no a los dioses paganos.
En los primeros siglos las reglas de ayuno eran estrictas, como todavía están en las iglesias Orientales. Sólo se permitía una comida por jornada y tenía que tomarse durante la noche. Poco a poco, en occidente las reglas del ayuno se fueron relajando, pero el énfasis en la práctica penitencial permanece aún.
El conejo y la Semana Santa son en muchos países cristianos dos motivos inseparables desde hace siglos. También la simbología del conejo posee un alto contenido pagano. El conejo -como el pez- representa la fertilidad, puesto que es un animal capaz de dar a luz hasta a 20 crías al año.
En Alemania, por ejemplo, los huevos y los conejos pasaron a formar parte de la simbología pascuense ya en la Edad Media. A otros países, como España, en los que la estructura de poder de la Iglesia católica era mucho más férrea y eficiente, la tradición del conejo cargado de huevos nunca llegó a implantarse...Hasta hoy.
Tal es la historia de la Pascua. Las costumbres populares que todavía se llevan a cabo durante estos días no dejan de ser confirmaciones de todo lo anteriormente expuesto. ¿Sabías que los pastelitos calientes, rosquillas y buñuelos típicos del Viernes Santo figuran, tal cual, en los ritos caldeos?
La Pascua Cristiana
Durante el siglo segundo, cuando la liturgia cristiana comenzaba ya a tomar forma, la Eucaristía de cada domingo era precedida por una vigilia con servicios de salmos y lecturas varias. Aquí radica el origen de la actual Vigilia de Pascua, con la diferencia de que, en el pasado se realizaba semanalmente y hoy, sólo, de forma anual.
Con el transcurso de los años, la vigilia en Occidente acabó siendo celebrada durante la tarde del sábado y, finalmente, en una Edad Media ya tardía, se trasladó al sábado por la mañana. A partir de 1955 y de forma obligatoria, la Iglesia Católica Romana, restaura dicha vigilia a partir de las 22:00 horas, con el fin de que la misa primera de Pascua empiece a la medianoche. En las iglesias protestantes están programadas de forma similar.
La conexión entre bautismo y Pascua es muy antigua. Durante los primeros siglos de cristianismo, la Cuaresma no era solamente un tiempo de penitencia, sino también el período durante el cual los catecúmenos (personas que se preparan para ser bautizadas) estaban listos para el bautismo, ya que durante las seis de semanas anteriores a la Pascua, se habían instruído en la fe Cristiana. Así, acababan siendo bautizados durante la vigilia de Pascua. Por eso en las vigilias actuales se bendice la pila esa noche y se le da tanto énfasis al bautismo y a su significado.
Para la Iglesia Ortodoxa, la Pascua de la veneración y vida espiritual de dicha iglesia. En ella la vigilia es precedida por una procesión fuera de la iglesia, que representa la búsqueda estéril del cuerpo de Cristo. Entonces viene el anuncio alegre de la Resurrección de Cristo seguido por la Eucaristía de la Pascua.
Por su parte, el Libro de Orden Común de la Iglesia de Escocia incluye rezos para La Pascua y la Veneración Divina de los metodistas tiene una orden de veneración concreta para la mañana de Pascua, pero el uso de ellos no es obligatorio. En las iglesias Protestantes, las observancias del Domingo de Pascua son la culminación de toda la serie de servicios celebrados durante la Semana Santa, comenzando con el Domingo de Ramos. El Viernes Santo los servicios se preparan bajo los auspicios de la asociación ministerial local. Todo culmina en el amanecer del servicio Pascual, que es de tal interés en los Estados Unidos que se realiza una amplia cobertura de ello en radio y televisión.
A principios del siglo IV había en la cristiandad una gran confusión sobre cuándo había de celebrarse la Pascua. Habían surgido numerosas tendencias y grupos de practicantes que utilizaban cálculos propios. Ya en el Concilio de Arlés (en el año 314), se obligó a toda la Cristiandad a celebrarla el mismo día. La fecha habría de ser fijada por el Papa, que enviaría epístolas a todas las iglesias del orbe con las instrucciones necesarias. Sin embargo, no todas las congregaciones siguieron estos preceptos. Es en el Concilio de Nicea (en el año 325) donde se llega, finalmente, a una solución para este asunto.
En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:
.- Que se celebrase en domingo.
.- Que no coincidiese, nunca, con la Pascua judía, que se celebraba independientemente del día de la semana. (De esta manera se evitarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones).
.- Que los cristianos no la celebrasen jamás la dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, por lo que se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real (antes de la entrada del Sol en Aries).
No obstante, siguió habiendo diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, si bien el Concilio de Nicea dio la razón a los alejandrinos, estableciéndose la costumbre de que la fecha de la Pascua se calculaba en Alejandría, que lo comunicaba a Roma, la cual difundía el cálculo al resto de la cristiandad. Finalmente fue Dionisio el Exiguo (en el año 525) quien desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificándose, al fin, el cálculo de la pascua cristiana.
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La celebración de la Pascua es muy buena, pero cuando empiezan a agregar productos comerciales como conejos de chocolate, ya no tanto.
ResponderEliminarCerca de mis departamentos Buenos Aires en todos los supermercados vendían huevos y conejos de chocolate, pero muy caros!