LA TRADICIÓN DE LAS VELAS E INCIENSOS

Si tuviéramos que evocar nuestra historia personal veríamos que los inciensos y las velas nos han acompañado en toda nuestra historia. Si cerráramos los ojos y viésemos nuestras vidas como una película, veríamos cuando éramos niños y nuestros padres nos obligaban a ir a misa, el olor de cera quemada y de incienso. El camino de santiago y el enorme botafumeiro incensándonos a todos. Los bancos de madera desprendiendo el peculiar olor de algo que esta retenido, como un secreto.

Y aunque hoy hemos crecido, las imágenes, olores continúan en nuestra memoria grabada. No importa nuestra religión o credo, que procesemos las velas y los inciensos son elementos que han estado siempre ahí. Desde la mezquita, la iglesia hasta la sinagoga. Pasando por todas las culturas…. griega, romana, Egipcia….la india…… los mayas…. Siempre están ahí.

Recordamos los cuentos de los hermanos Andersen, en los que teníamos a aquellas ancianas en medio de los bosques, el sheaskpiriano…. arde el caldero… Podríamos continuar en nuestra evocación de forma continua y nos daríamos cuenta de que nunca acaba.

Los restos arqueológicos e históricos de la utilización de inciensos y velas de distintas formas y colores y olores nos transportan a la propia Grecia antigua y a pesar de lo que nos digan, no se encontraban solo en los templos, ya que eran un bien público. Se encontraban en los ámbitos domésticos, tiendas, calles, sobretodo en las casas de baños (conocidos posteriormente como Termas).

Su uso se transmitió de forma paulatina al resto de las culturas, pero quedando en los gobiernos de la roma antigua solo para los templos. Curiosidades de la existencia de la misma forma coexistieron de forma paralela en lo que conocemos hoy como, Méjico, una cultura anterior a la Tolteca en la que los usos de los inciensos las velas tenían la misma utilidad, en la que se ve como también coloreaban las velas y los inciensos eran así mismo de distintos aromas.

Su uso fue muy extendido por toda la población mundial, coexistiendo en diversos puntos hasta aproximadamente el 1325 año en el que si hizo el concilio de Nicea, donde su uso se “sugería” que se restringiera solo para el ámbito litúrgico. La historia nos termina de transportar hacia la inquisición época en la que su uso bajo el cargo de herejía fue restringido a fines de exclusividad litúrgica.

Y como ocurre en todo lo concerniente a la historia del ser humano al ser prohibido, se satanizo en unos casos y se sacralizo en otros. Así hasta llegar aproximadamente a los albores del siglo XX, donde su utilización de forma paulatina se incorporo a nuestras vidas. No sin su consabido miedo.

Hoy por hoy ¿quien no se ha parado en los escaparates de la tiendas a ver las distintas formas tijeras, hachas…. hombres… mujeres…..y su luminosos colores? Están incorporados a nuestra vida cotidiana tanto que apenas se le da importancia, y si no observad….

¿Quién no tiene velas aunque sea de forma ornamental..? Siguiendo la historia… siempre hay una intrahistoria o como dirían José Luís Coll y Forges, siguiendo los renglones torcidos de la historia….

De la misma forma que existieron de forma simultanea y sincronizada distintas culturas con las mismas creencias, usos y deidades, de forma desconocida para ellos. Durante siglos personas mantuvieron los secretos de los usos de los inciensos y las velas de la misma forma que se les transmitió de forma ancestral así mismo nos lo transmitieron a nosotros, Starhawk, Garnerd, Zussan Budapest, Silveravenwolf…. Y tantos otros…

Desconocidos que seguro supieron guardar con celo todos los secretos…. a todos ellos parte seguro de nuestros antepasados les prendemos un vela aunque sea en nuestros corazones, santa veneración a nuestros antepasados. Pero yo prefiero una sugerencia. Vamonos a un ámbito más cercano, nuestra España, en la que no nos vamos a engañar la situación lejos de ser más sencilla fue más dolorosa debido a que la inquisición en este lado de Europa fue muy fuerte. N

o por ello nuestra gente fue menos ignorante de estas artes. Solo hay que echarun buen vistazo alrededor hoy día, de quien no tenía una abuela partera (la que ayudaba en los partos) o una que curaba los huesos, el mal de ojo, o con un pañuelo te quitaba el empacho…. José Luís Coll, Forges, Martienez de Leza, Cesar Vidal…… nos hablan de ellas en sus múltiples libros, constando el hecho de su existencia de forma inmemorial.

Para hablar de las velas y los inciensos en la magia tendríamos que entender un poco que es realmente la magia.

La magia es el uso de la voluntad para efectuar algún cambio deseado. Por lo tanto, cualquier ser humano con amplitud mental que posea la habilidad para enfocar y concentrar su voluntad, es capaz de trabajar la magia con éxito. Algunas personas requieren de práctica frecuente para lograr que se afinen sus habilidades mágicas, en tanto que otras están benditas con mayores aptitudes naturales para ella. De la misma manera como existen diversas maneras para definir la magia, también existen formas distintas para percibirla.

La magia está en todo nuestro derredor y dentro de nosotros. La magia irradia desde todas las cosas que viven y mueren. Puede sentirse en la primera respiración de un bebé y en el cambio de las estaciones. Es una parte de La Tierra, del misterioso Océano y de los cielos iluminados con estrellas que están por encima de nosotros.
Así mismo las velas y los inciensos son un vehiculo para dirigir la magia en una dirección determinada. Como por ejemplo.

No es lo mismo pedir por la salud que por el amor, no solo no son velas diferentes sino que los colores varían así como la onda de vibración a través de la que viajan y el tipo de petición tampoco sería la misma.

Como vemos claramente las velas y los inciensos en el mundo de la magia nos sirven para dar sentido y dirección. Insisto por tanto que es para todos y esta en todos y cada uno de nosotros seres humanos sin distinción de condición o genero.

Las velas y los inciensos son una herramienta universal que nos ayudan a nuestro auto expresión y conexión con seres superiores, a entrar y salir de las meditaciones, dirigir nuestras energías en la dirección correcta. Y en definitiva y como diría Gandí:
Son y serán una forma de luz que aleja la oscuridad del alma.

No importa la religión, credo, tipo de pensamiento, las velas, los inciensos siempre han estado ahí, y con nuestra ayuda, y bondad seguirán siendo un bello legado que podamos mostrar.

Fuente: Isabel Gomez Ruiz