La festividad de JANUKÁ o de las Luminarias, se celebra durante ocho días desde el 12de Kislev al 3 de Tevet, y significa inauguración o más bien reinaguración del Templo.
Que se celebra con ella celebramos el milagro que Ds. Hizo en tiempos de los Jasmoneos : el único frasco de aceite sagrado disponible que contenía tan solo la cantidad de aceite suficiente para un día y alcanzó alumbrar la Menoráh de Templo durante ocho días que era el tiempo requerido para la preparación de una nueva provisión de aceite puro para el Servicio del Templo. Se conmemora este milagro de la perennidad de la fe judía capaz de prender el pueblo y el mundo entero solo con que exista un nucleo puro.
La palabra JANUKÁ tiene la misma raíz hebrea que jinuj (educación) porque esta fiesta no está basada en la Toráh, sino en la tradición nos sirve para transmitirla y enseñarla, para guiarnos en la forma de servir a Ds.
Fue el sacrificio de ese grupo de judíos los Macabeos contra un poderoso imperio por la salvaguarda del judaísmo y quedó profundamente grabado en los corazones hasta arraigarse y perpetuarse en la tradición.
Esta fiesta es hasta el día de la independencia israelí la última celebración de independencia en miles de años del pueblo judío y fue el primer hecho histórico de eliminación de la Cultura Judía. Conmemora no solo la liberación del pueblo judío, sino su libertad religiosa. Simboliza el esfuerzo de unos pocos contra muchos, de los débiles contra los fuertes y por nuestros derechos a ser diferentes. Debe ser un mensaje de paz, y a favor de la razón y la fuerza del espíritu.
La Mitzvá consiste en el encendido de la janukía, candelabro de nueve brazos uno para cada día más el shamash (servidor) del centro con el que se enciende cada día. Y así damos gracias a Ds. Se nos enseña a descubrir y brillar nuestras almas en esa luz que dormita en nosotros.
Durante la fiesta se puede realizar todo tipo de trabajos, incluso no se debe ayunar ni afligirse.
El encendido y la posición de la janukía, debería ser cercano a una ventana o puerta y hacerlo justo cuando salen las primeras estrellas.
El orden de encendido sería:
Antes de encenderse se pronuncian tres berajot, pero no mientras se enciende:
a) Baruj Atá Ado-nai Elo-henu Melej Haolam Asher Kideshano Bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner Januká
Bendito eres Tú, oh Eterno, Ds nuestro, Rey del Universo, que nos santificaste con tus preceptos y nos ordenaste encender la vela de Januká.
b) Baruj Atá Ado-nai Elo-henu Melej Haolam, She asá nisim Laavotenu Baiamin Hahem Bazeman Hazé.
Bendito eres Tú, oh eterno, Ds. Nuestro, Rey del Universo, que obraste milagros con nuestros padres en tiempos pasados, es ésta época.
c) Baruj Atá, Ado-nai Elo-henu Melej Shehejeianu Bekimanu, Vehiguianu lazeman Haze.
Bendito eres tú, oh Eterno, Ds nuestro, Rey del Universo, que nos preservaste, sostuviste e hiciste llegar a este momento.
Los días siguientes se van añadiendo una vela a su izquierda, comenzando a encender por ésta nueva. Y solo se recitan las dos primeras berajot.
No se debe desplazar la janukía, y todos tenemos la obligación de encenderla hombres y mujeres para cumplir la Mitzvá una para toda la familia o personas que vivan en la casa.
Durante los ocho días se intercala la alabanza Al Hanisim después de cada Amidá y del Birkat Hamazóm. También en Shjarit después de la Amida y Al Hanisim se recita el Halel completo.
Jag Januká Sameaj.
miércoles, 21 de julio de 2010
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