El misterio de Alejandría se diluye
Los recientes descubrimientos revelan la situación exacta de las ruinas
LONDRES.- Se la conocía como la ciudad de los mil palacios y llegó a ser uno de los centros comerciales, culturales y científicos más florecientes de la Edad Antigua. Casi veintitrés siglos después de que Alejandro Magno la eligiera como capital de su reino, un mapa del fondo submarino trazado por un equipo internacional de arqueólogos ha resuelto el enigma de Alejandría.
Nada indica que en uno de los dos puertos con que cuenta hoy la ciudad se alzara un día el distrito real de los Tolomeos, el palacio de Cleopatra, la residencia de Marco Antonio y un faro considerado como la séptima maravilla del mundo antiguo. El puerto oriental está bordeado por una carretera costera y flanqueado al este y al oeste por zonas militares.
Bajo las aguas del puerto, sin embargo, y a menos de diez metros de profundidad, el equipo liderado por el director del Instituto Europeo de Arqueología Marina de París, Frank Goddio, ha descubierto la localización exacta de la ciudad real y ha demostrado que los historiadores, fascinados por su esplendor, habían sobrestimado su tamaño.
«Lo que tenemos hoy es algo único: un mapa submarino de la parte más importante de Alejandría en su cenit», ha dicho Fawsi El Farahni, profesor de Arqueología Clásica de la Universidad de Alejandría y líder del comité científico del proyecto, que está respaldado por el Gobierno egipcio y ha sido financiado por la Fundación Hilti de Liechtenstein.
«La antigua Alejandría era un enigma y sus mapas se basaban principalmente en suposiciones, pero ahora podemos imaginar con precisión por dónde pasaban las calles y dónde se encontraban los palacios», ha asegura el profesor El Farahni. Para Frank Goddio, «es un milagro que tantas cosas hayan permanecido intactas».
Goddio se hizo cargo del proyecto de localización de la antigua Alejandría en 1992. Su equipo comenzó por estudiar el fondo marino del puerto con sensores electrónicos. «Este examen no nos dijo mucho, pero sí lo suficiente para darnos cuenta de que allí había más de lo que parecía». Las primeras inmersiones, en la parte más oriental del puerto, sólo hallaron arrecifes e islotes sumergidos. Utilizando tecnología militar, los dieciséis buceadores encontraron después lo que debió de ser un puerto interior protegido por rocas, con un dique de 350 metros de largo por tres de alto.
EL PALACIO DE MARCO ANTONIO.- Más al sur localizó el islote donde una vez se erigió el templo de Poseidón y más tarde el palacio de Marco Antonio, situado justo enfrente del de Cleopatra. Al cabo de más de 3.500 inmersiones, los arqueólogos habían reunido una colección de un millar de objetos tales como esfinges, columnas, estatuas, empedrados y vasijas que han permitido apreciar la grandeza de los templos y palacios reales de Alejandría.
«Es fascinante pensar que Cleopatra miró o tocó alguna vez estos objetos», ha dicho Goddio, cuyo equipo ha identificado también la situación original de las dos «agujas» de la reina egipcia, una de las cuales se encuentra ahora en el Central Park de Nueva York y la otra, a orillas del Támesis, cerca del puente de Waterloo de Londres.
Restos del Faro de Alejandría, construido tres siglos antes de Cristo, han sido hallados en la parte occidental del puerto. Posteriores investigaciones determinarán si las tumbas de Cleopatra y Marco Antonio se encuentran en el extremo opuesto del puerto.
Goddio no descarta que su equipo se apunte un día el tanto de ese descubrimiento:
«Esto es sólo el principio de un proyecto que puede durar al menos medio siglo».
Recrear el antiguo delta del Nilo
HERACLIÓN Y MENUTIS
El lodo submarino y los barcos varados se han ocupado de ocultar y proteger los restos de las ciudades de Heraclión y Menutis, dos de los principales puertos de entrada al Nilo en la época de los faraones. Su localización ha convertido la leyenda en historia y permitirá reconstruir cómo era la vida en una de las bahías más transitadas hace 24 siglos.
Los arqueólogos que esta semana han presentado alguna de las piezas recuperadas aseguran que las ciudades están casi en perfecto estado de conservación. Este dato puede dar alas al Gobierno de Egipto para hacer realidad el proyecto de crear un museo de arqueología submarina.
Los adoquines de las calles, los muros semiderruidos de las casas de Heraclión están ahora bajo el mar, pero en muy buen estado de conservación, según el arqueólogo francés Frank Goddio. Entre las ruinas también se encuentran esculturas egipcias y griegas. Se han encontrado acumulados en una superficie de apenas mil metros cuadrados a seis kilómetros de la costa.
La visita a la ciudad sumergida ha confirmado las descripciones que se conservan de historiadores de la antigua Grecia. En Heraclión se rendía culto a Hércules y en sus ruinas se han encontrado trozos de las paredes del templo edificado para honrarle. En la misma zona los arqueólogos han recuperado las figuras de faraones en granito rosa de la dinastía tolomeica en lo que parece ser el muro de un templo dedicado al dios supremo Amun.
Viaje en el tiempo
De progresar la iniciativa del Ministerio de Cultura egipcio, el viaje en el tiempo al Egipto de los faraones también sería submarino. En él se recorrerían las ciudades de Heraclión, Menutis y Capone, todas en la bahía de Aboukir próxima a Alejandría. Los avances de las exploraciones podrían localizar los restos del Palacio de Cleopatra y incluso el mítico faro de Alejandría, considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Según los testimonios del historiador Diodoródo el Siciliano, Heraclión y Menutis estaban situadas en la desembocadura del río Kanubi, el más caudaloso de los afluentes del Nilo. La tesis más aceptada apunta que un terremoto habría destruido la mítica Alejandría y las ciudades próximas y sumergió parte de la desembocadura del río.
La recuperación de objetos quedará paralizada hasta la próxima primavera, cuando el equipo de arqueólogos franco-egipcio volverá a sumergirse para estudiar la historia.
FRANK GODDIO
La proliferación de expediciones subamarinas en busca de tesoros del pasado han despertado la polémica entre los arqueólogos e historiadores. El francés Frank Goddio es uno de los personajes polémicos.
El director de la investigación que ha localizado la ciudad de Heraclión, es considerado por muchos como un cazatesoros, cuya única pretensión es localizar piezas de valor sin preocuparse de analizar en profuncidad la historia.
Goddio es un antiguo economista que a principios de los ochenta abandonó su trabajo en las Naciones Unidas para dedicarse por completo al submarinismo.
Para busca la ciudad Goddio ha utilizado un sistema magnético para explorar la orografía del fondo del mar.
http://www.masmar.com/articulos/art/80,256,1.html
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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