Como distiguir a un Vidente estafador

¿Cuántas veces ha gastado dinero en un vidente o tarotista que le detalla un futuro que nunca llegó?

¡Basta! Aquí les entregamos un detalle de cómo descubrir a un estafador.

Todas alguna vez hemos llegado frente a un/a tarotista y nos hemos llevado los bolsillos llenos de predicciones y los bolsillos vacíos y al poco tiempo descubrimos que de todas las cosas que nos anunciaron ni una aparece ni por si a caso en el horizonte.

En ese momento lo único que nos queda es desacreditar a la que a esa altura lleva el nombre de “bruja chanta” ante cualquiera que nos quiera escuchar… y ¡nada más!
Porque en este “negocio” hay un tema de confianza que en definitiva determina que uno cree en los poderes y esa persona entrega sus dones. Nada de boletas, ni Sernac.

Pero ¿Cómo darnos cuenta antes de que aquel que dice que nos puede ayudar no es otro estafador más?

Los expertos dicen que no es fácil reconocer a quien miente y abusa de la credulidad de la gente. Karem Rodovalho, por ejemplo, dice que es difícil reconocer de buenas a primera a alguien que no tiene el don.

“Hay que recordar que el Tarot es un consejero, un oráculo de ayuda para el futuro, así que uno no saca nada con preguntar a ver si la persona le “achunta” al pasado, ya que no se puede. Yo creo que hay que abrir el corazón y la guatita y que nuestro instinto nos diga si estamos frente a alguien que miente” dice Rodovalho.

Asimismo, Pedro Engel aconseja precisamente que se utilice el instinto para descubrir al estafador “Cada uno puede descubrirlo si de veras confía en su instinto” coincide el tarotista.

Sin embargo, y basados en lo que opina la vidente argentina Natalia Luna, un vidente o profesional del Tarot tienen rasgos identificables “Ellos deben estar avocados principalmente a “ayudarte”, tienen una absoluta transparencia, tanto por su forma de hablar respetuosa, precisa y clara al transmitir conceptos, como para contestar a todo lo que al consultante le pudiese inquietar, mostrando una actitud positiva y solidaria” explica la experta.

Y continúa “Ellos deben descubrir lo que para uno parece ser imposible, conciente de todo lo que nos rodea como si ellos fuesen espectadores de nuestra propia vida, y como si esa película ya la conociesen antes de conocernos, nos hablaran de nosotros tan claramente que despertaran nuestra confianza, echando luz a todo lo que para nosotros pareciere ser sombrío” es decir, que de veras sin que nosotros les contemos media vida ellos sean capaces de revelar lo que nos apremia y sucede.
Por tanto, la manera de reconocer a un tarotista o vidente falso es reconocer en él las siguientes características:

Si la persona que tienes al frente la sientes avaro, egoísta, materialista, si sólo le importa cobrar onerosos valores para ‘salvarte’ de quizá qué o quienes ¡Huye!

Si es seductor, adulador, demagogo y con sus artes intenta sacarte más información sólo para decir tres palabras después con cara solemne ‘Yo lo veo aquí’ y en definitiva te está diciendo dos palabras más de la que tu misma le dijiste ¡Es un chanta!

Si esa persona que tienes al frente pareciera que siempre tiene la razón, si es egocéntrico, prepotente o dominante, desconfía. Muchos llegan, se sientan y ni sonríen. No les interesa si estás bien o mal, si de veras les necesitas. Hablan desde el pedestal y desde allí dictaminan.

La mayoría de las personas dedicadas a las estas artes suele tener su espacio de atención lleno de símbolos. Si te enfrentas a ellos y en sus palabras no se siente nada de sabiduría, sino más bien habla desde el rencor, la venganza o te intenta inocular miedo de tus ‘enemigos’ que parecieran ser miles ¡Ojo! Seguramente tras eso te ofrecerá limpiezas, ensalmos a precios ‘módicos’ para alejarte el ejército de enemigos imaginarios que ya te ha dibujado sólo para el beneficio de su bolsillo.

La inteligencia es importante, pero hay una diferencia enorme con la sabiduría, que es lo que debemos esperar de una persona que nos aconseja y nos habla del futuro. Busca lo segundo.

No trata de convencer, sino que convence por su convicción en sus pensamientos bien dirigidos y bien intencionados.

Siempre está dispuesto a ayudar sin esperar nada a cambio, no juzga ni da dictámenes.

Fuente: Terra Chile, Astrologia