Esta antigua y verdadera frase expresa más allá de sus simples palabras que nada absolutamente nada, ocurre por casualidad, al azar; todo está bajo un plan celeste, todos los hechos están relacionados, todos son importantes.
Esto es lo que ocurre con dos gemas que, siendo en épocas pasadas portadas por reyes, sacerdotes y personajes del más alto linaje, han sido hoy día relegadas a un segundo plano, perdiéndose sus conocimientos, sus facultades y su poder que, aunque latente, es igual que el niño que acaba de nacer, el cual aún no puede por sí solo hacer absolutamente nada. Esta nueva era los vio renacer, y van creciendo poco a poco, hasta que su poder y fuerza sea tal que eclipsen a todas las demás gemas y minerales
En estos tiempos, el mineral que ha sido determinado por otras fuerzas para que se conozca, se utilice y esté en auge, es el Cuarzo. Ya hubo otro tiempo en el que el Cuarzo ostentaba la regencia en el mundo de los minerales; así, en la Atlántida, todo era construido y realizado con él.
Volviendo al tema que nos ocupa, estas dos gemas, el Ágata y la Amatista entrarán en esta nueva era de Acuario con tal esplendor que sólo el Sol superará su poder y su gloria.
De ellas dos, la amatista es desde el punto de vista espiritual la más importante. Es la gema que por excelencia representa el espíritu, es el mineral que algunos enviados celestes han utilizado para despertar en el humano inquietudes espirituales y hacerle llegar con su esfuerzo y su fe hasta el tercer ojo budista, a la iluminación yóguica, o al cáliz buscado por los caballeros.
Jamás encontraremos otra gema que fortalezca nuestro espíritu de esta forma, ninguna otra nos aporta la calma necesaria para reflexionar sobre nuestros actos, dándonos esa claridad mental para aprovechar nuestros errores en beneficio nuestro y no cometerlos más.
En el terreno físico, la amatista nos envuelve con un Aura de energía, llegando a cualquier órgano enfermo disolviendo la energía negativa allí concentrada. La Amatista hace que nuestra espiral de energía gire libre y sin trabas, dando una total armonía a los tres cuerpos: el físico, el etérico y el espiritual.
Si hemos alabado a la amatista, no podemos hacer menos con otra de las gemas que más fuerza desatan en la Naturaleza:
El Ágata utilizada en Egipto por sacerdotes y faraones, muy pocos conocían el poder Oculto en las estrías y dibujos de esta gema. Cleopatra, llevaba siempre con ella grandes collares, en los que ágatas del color del fuego se combinaban con sus estrías cornalinas formando espirales y símbolos que sólo ella conocía.
lunes, 13 de septiembre de 2010
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