La geobiología es una rama de conocimiento que estudia la relación existente entre los seres vivos y la energía que emana de la tierra. Su estudio abarca tanto el impacto de radiaciones naturales como artificiales y creadas por el hombre.
Dentro del contexto natural, la geobiología estudia la afectación a los seres vivos de fuentes energéticas como el magnetismo terrestre, la orografía, la geología (fallas subterráneas, vetas de agua en el subsuelo, radiactividad, radiaciones cósmicas, etc.) y en cuanto a fuentes artificiales tenemos ejemplos como el espectro electromagnético que incluye baja frecuencia (líneas de alta tensión, transformadores, iluminación, cableado eléctrico) y alta frecuencia (microondas, antenas y telefonía móvil, dect, wifi,…).
La geobiología va incluso más allá, estudiando al mismo tiempo energías de tipo sutil, y en ello tenemos las conocidos entramados telúricos (red Hartmann, red Curry, meridianos energéticos de la tierra, etc.)
La amplia variedad de ramas que el estudio geobiológico permite, situa a este conocimiento como una mezcla de estudios científicos y arte, donde podemos encontrar interesantes respuestas sobre nuestra salud y calidad de vida en referencia al entorno. Para estudiar este conjunto de energías, la geobiolgoia se vale la tegnología más modera, así como de instrumentos ancestrales usados tanto por la radiestesia como por antiguos Zahorís.
Situar una vivienda en un habitat determinado, verificar los mejores lugares de sueño y descanso, estudiar el impacto de la tecnología sobre nuestra salud, elegir los mejores materiales, todas esas cuestiones y otras muchas relacionadas con la medicina del entorno, obtienen ayuda de la geobiología.
La geobiologia trata especialmente de todo lo que podría afectar a la salud y al bienestar de las personas y su entorno, mas concretamente en su hogar o lugar de trabajo.
Puede resultar confuso o increíble para las personas que descubren la geobiologia, asimilar que la influencia de ciertas perturbaciones naturales pueden afectar al ser humano hasta tal punto de constituir la principal causa de la mayoría de enfermedades, pero hemos de tener en cuenta que la tierra emite energía de distintas magnitudes, a mas de las que nos llegan desde el cosmos, cuando algún elemento como por ejemplo una corriente de agua subterránea, una falla geológica, minerales cristalizados, materiales magnéticos, bolsas de agua o de aire subterraneas etc. distorsiona la resultante de la energía cosmotel.lurica, apareciendo una zona perturbadora para la mayoría de procesos biológicos, la cual repercute en forma clara en el desarrollo de muchas especies animales o vegetales y sobre todo en el ser humano.
Al entrar en una vivienda a veces notamos una sensación de malestar, en otras casos nos podemos encontrar relajados y tranquilos, en el primer caso es posible que se trate de una casa con radiaciones nocivas, es por esta razón nuestro cuerpo adquiere una actitud defensiva con tensión muscular segregando inmediatamente substancias internas como las endorfinas, para contrarrestar el impacto negativo de la agresión.
Cuando la permanencia en un lugar perturbado se prolonga, nuestro sistema inmunológico desbordado por la intensidad o el tiempo de exposición, empieza a perder eficacia y puede llegar a ser altamente perjudicial.
Por esta razón podríamos decir que la salud tanto física como psíquica depende del lugar donde vivimos.
¿Cuando hay posibilidad de que estemos durmiendo en una zona geopatogena?
- cuando no podemos dormir durante horas y horas.
- cuando dormimos generalmente mal.
- cuando nos movemos mucho por la noche.
- cuando se tienen pesadillas.
- cuando se habla en sueños.
- cuando se es sonámbulo.
- cuando se tienen sudores repentinos o fríos por la noche.
- cuando solemos caernos de la cama.
- cuando los niños se desplazan de un extremo al otro de la cama o lloran al despertarse.
¿Que efectos tienen las radiaciones y los campos energéticos sobre nuestro cuerpo?
Perjudican los procesos bioquímicos y energéticos de las células de nuestro cuerpo, por ejemplo las células del sistema inmunitario, además afectan a todo el sistema endocrino hormonal que regula innumerables procesos metabólicos, haciendo que pierdan su equilibrio.
Las consecuencias son molestias inicialmente leves, que erróneamente se pueden atribuir al stress al clima o a otras condiciones de la vida, después de una exposición prolongada (5 – 7 años) pueden desencadenarse verdaderas enfermedades crónicas como asma, reuma, bronquitis, molestias del bajo vientre, enfermedades gástricas, ulceras de estomago, afecciones e infecciones renales, flebitis, hipertensión arterial, arritmias infarto de miocardio, leucemia, y cáncer.
También esta comprobado que el estar expuesto a campos electromagnéticos afecta al nivel que produce nuestro cuerpo de Melatonina, esta hormona establece el ritmo diario y circadiano natural de nuestro cuerpo, si no se fabrica la suficiente Melatonina puede producirnos agotamiento y depresiones, así como también una disfunción en los órganos endocrinos (gónadas, pituitaria, timo e hipotálamo).
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